Cómo evitar la proliferación de hongos y tratamientos efectivos
La proliferación de hongos puede ser uno de nuestros peores enemigos a la hora de cultivar con éxito nuestros bonsáis, ya que si no ponemos remedio a tiempo puede dañarlos gravemente.
Los hongos suelen aparecer en cultivos mal ventilados y con drenaje deficiente, el encharcamiento y las altas temperaturas son algunos de los factores que propician su aparición. Aparecen en forma de manchas blanquecinas o un marchitamiento generalizado sin razón aparente.
Debemos empezar por mejorar las condiciones del cultivo para evitar que la situación empeore, quizás la ubicación no es la correcta o te estás excediendo con el riego, es recomendable aplicar un tratamiento fungicida para combatir la enfermedad. Pero si no conseguimos solucionar los problemas mencionados anteriormente no resultará efectivo.
Para la mayoría de árboles es efectivo el fungicida polivalente sistémico y de contacto (sustancia activa: Difenoconazol), pulverizado sobre sus hojas, el azufre también es efectivo para hongos como el oídio.
En algunas especies como coníferas se recomienda aplicar fungicidas con fosetil aluminio, ya que es especifico para hongos como la Phytophthora que producen el típico problema de amarronamiento. Este último se puede aplicar tanto pulverizado en las hojas como diluido en agua directamente a las raíces en las dosis que recomienda el fabricante.
Se puede aplicar el producto de forma preventiva en especies que son propensas a sufrir estas infecciones.
Debemos saber que los hongos se propagan a través de esporas, por lo tanto deberíamos separar los árboles afectados para evitar que pueda propagarse al resto de ejemplares sanos.
Para mejorar la aireación de las zonas interiores de los bonsáis y conseguir que la luz del sol pueda acceder a todos los puntos es importante eliminar ramas cruzadas, chupones y masificación de ramas para evitar zonas sombrías.
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