Lo que necesitas saber sobre las plagas de insectos

Lo primero que hay que hacer cuando detectamos una plaga de insectos en uno de nuestros bonsáis es apartarlo del resto de ejemplares, de esta forma evitamos que se propague y afecte al resto de ejemplares.

Los insectos son algo natural en las plantas y no es algo de lo que preocuparse en exceso, simplemente hay que actuar a tiempo con los productos adecuados.

Debemos prestar especial atención debajo de las hojas ya que es donde se suelen encontrar los insectos, además observaremos algunas hojas mordidas, sustancias pegajosas en el caso de la cochinilla algodonosa, otro insecto habitual es el pulgón, en este caso solemos encontrar las hojas arrugadas, debemos ser observadores y actuar a tiempo.

Otra plaga muy temida es la araña roja, capaz de acabar con prácticamente cualquier cultivo. 

Nosotros usamos insecticida polivalente sistémico, es lo más efectivo y no le produce ningún daño a la planta. Es recomendable retirar manualmente los insectos y aplicar el producto sobre las hojas, procurando que quede bien impregnado por todas partes.

En el mercado hay disponibles distintos tipos de insecticidas: 

Por contacto: Como su propio nombre indica, elimina los insectos por contacto asfixiándolos o envenenándolos, es efectivo pero es imprescindible tener acceso al insecto cosa que no siempre es posible. 

Por ingestión: Este tipo de productos contienen sustancias apetecibles para los insectos, camuflados con otros potentes productos que resultan letales para ellos. Cuando el insecto lo ingiere muere. 

Sistémico: La planta absorbe el producto a través de sus tejidos y lo distribuye por toda su estructura internamente a través de la savia. Es el más efectivo ya que no es necesario acertar de lleno en el insecto para acabar con el. 

Existen otras soluciones efectivas como jabón potásico, que también puede usarse para prevenir las plagas, al igual que el aceite de neem. 

En ocasiones, las plagas se producen por falta de higiene en el cultivo o mala ventilación, hay que revisar el caso en concreto y valorar si podemos hacer algo para que esto no pueda ocurrir. Las altas temperaturas o el exceso de humedad también pueden propiciar la proliferación de insectos. 

Si un árbol está débil es más propenso a sufrir plagas de insectos y hongos, así que es recomendable controlar el abonado, si recibe luz solar necesaria y si el sustrato se encuentra en buen estado. Las plantas sanas tienen mecanismos propios para luchar contra las plagas y sobrevivir.

Una planta sana cuenta con mecanismos de defensa propios para protegerse/repeler a los insectos (defensa pasiva). Por ejemplo a través de espinas, segregando sustancias tóxicas o directamente atrayendo a otros depredadores que se encarguen de eliminarlos.  Algunas de ellas incluso tienen la propiedad de reducir su palatabilidad, dificultando su masticación. (En futuros artículos profundizaremos sobre este interesante tema.)

Si no queremos usar ningún producto podemos optar por sumergir nuestro bonsái por completo durante unas horas en agua, muchos insectos morirán ahogados y no resulta perjudicial para el bonsái hacerlo puntualmente.

Existen otros remedios naturales como el extracto de ortiga muy efectivo como preventivo y curativo. Aunque no tan potente como los productos químicos que se comercializan para este fin. Se comercializa como ''triple acción'' ya que tiene propiedades fungicidas. 

 

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