¿Existen realmente los bonsáis de interior?

La respuesta es no, no existen los bonsáis de interior. Todos los árboles en la naturaleza crecen y se desarrollan al aire libre.

Los llamados bonsáis de interior son especies de origen tropical que debido a sus condiciones climáticas pueden adaptarse a la vida en el interior de nuestras viviendas, siempre estratégicamente ubicados.

Algunas de las condiciones que se dan en el lugar de origen en algunas especies y que nosotros podemos replicar con relativa facilidad en nuestras casas son los siguientes:

-Altas temperaturas. (Los climas tropicales tienen una temperatura media de 25ºc.) Nunca sufren heladas, por eso algunos árboles pueden perder sus hojas e incluso morir en climas fríos por falta de adaptación.

-Reciben mucha luz, pero no siempre sol directo, algunas especies se desarrollan con una luminosidad reducida ya que en viven bajo la copa de otros árboles que les protege de los rayos de sol directos.

-Humedad ambiental alta. (En ocasiones por encima del 70% de humedad). Para conseguirlo, recomendamos pulverizar cada dos o tres días las hojas de nuestros bonsáis.

 

Eso no significa que un bonsái puede ser cultivado en cualquier lugar de nuestro hogar, la prioridad debe ser encontrar un lugar con mucha luminosidad y siempre lejos de aparatos de calefacción y aire acondicionado ya que no llevan nada bien los cambios de temperatura bruscos y artificiales. En resumidas cuentas, cuanto más cerca de una ventana soleada, mejor.

No debemos temer a que le de un poco de sol directo a través de las ventanas, de hecho, lo agradecerán. El cristal de las ventanas tampoco tiene que suponer un problema, nosotros nunca hemos tenido problema de quemaduras foliares por efecto lupa ni similar.

También es cierto que un árbol en el interior de una casa, difícilmente tendrá el vigor que pueda tener uno en exterior, una de las razones por las que los árboles hacen fuertes y gruesas sus ramas es por la constante lucha con el viento y otras inclemencias que propician un desarrollo más robusto.

Un árbol que recibe sol directo también tiende a tener hojas más pequeñas y la distancia internodal será menor que si se encuentra en un lugar sombrío, ya que puede tender a crecer de forma más espigada y a producir hojas de mayor tamaño.

Las necesidades de riego en el interior de las casas tienden a ser reducidas, debido a una menor evaporación (menos sol y viento).

Un error común a la hora de regar en interior es dejar el platillo lleno de agua, ya que no queremos mojar el mueble en el que está colocado. Esto a corto plazo puede crear problemas de podredumbre radicular con facilidad.

La especie más dura y que más resiste las condiciones ambientales del interior de las viviendas es el famoso Ficus, bonsái para principiantes por excelencia.

Otras especies que se pueden adaptar a la vida en interior son los Carmona, Sageretia, Zanthoxylum, Serissa, Cuphea, etc.

  

  

La mejor estrategia es observar diariamente la evolución del árbol, tocar el sustrato para averiguar cuando necesita ser regado, pinzar especialmente en etapa de crecimiento para mantener la forma del bonsái y abonar en las estaciones que así lo requiera.

Si nuestro bonsái empieza a mostrar síntomas como pueden ser hojas flácidas y caídas, perdida del color intenso de las hojas, etc, debemos revisar los parámetros que hemos comentado anteriormente e intentar mejorarlos. La orientación de nuestras ventanas y el clima de nuestra zona también juega un papel importante. 

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Bonsais La Selva

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