Limpieza del suelo, tronco y hojas en los bonsáis

Una parte importante a la hora de cultivar con éxito un bonsái es la limpieza tanto del entorno como de la capa superficial del sustrato, las malas hierbas que crecen en él pueden competir por el sustrato con el propio ejemplar, robándonos parte de los nutrientes disponibles.

La mejor manera de eliminar estas malas hierbas es arrancándolas de raíz, se pueden utilizar unas pinzas o hacerlo a mano con los dedos índice y pulgar. 

La proliferación de algas o musgo podrían ser causadas por un exceso de humedad y compactación del suelo, aunque a veces estéticamente juegan a nuestro favor, aportando a la maceta un aspecto más natural.

Un exceso de algas y musgo puede entorpecer la llegada del agua de riego a las capas más profundas del sustrato, es conveniente revisar los agujeros de drenaje para asegurarnos que el agua llega adecuadamente al fondo de la maceta.

Como medida de emergencia se puede utilizar el método de riego por inmersión, aunque lo más apropiado es mejorar la porosidad del sustrato y eliminar los agentes que taponan el flujo de agua. No es recomendable abusar del riego por inmersión ya que las sales puede acumularse en la parte alta de la maceta. 

Es recomendable cepillar la corteza del tronco con un cepillo, el de cerdas es el utensilio más apropiado. Haciendo esto eliminamos algunos insectos que se esconden en las capas superficiales del tronco.

Uno de los insectos que tienden a hacer esto son las cochinillas lapa. Los insecticidas convencionales pulverizados sobre el árbol no son del todo efectivos, ya que se protegen con su caparazón. Si usamos insecticida debe ser sistémico, lo absorbe el árbol y se transmite a través de la savia por todo el ejemplar. 

Para retirar las hojas que hayan podido caer en el sustrato se utiliza una mini escoba, su objetivo es retirar todos los restos vegetales sin rascar el suelo, evitando así dañar las raíces superficiales. 

Las flores marchitas o los frutos excesivamente maduros es recomendable retirarlos del árbol por un motivo estético, pero debemos tener en cuenta que en la naturaleza cuando caen al suelo y se descomponen, sirven de alimento de nuevo para el propio árbol. Aportando nitrógeno, fósforo y potasio de manera natural. 

Es muy conveniente limpiar las hojas de los bonsáis para eliminar el exceso de polvo que se acumula en las mismas, entorpeciendo una fotosíntesis eficiente. Se puede realizar con el dedo índice y el pulgar suavemente con precaución de no quebrar ninguna rama en el proceso, humedeciendo las hojas previamente.

 

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